Viajar viviendo...

Muy buenas a quién este leyendo estas líneas en estos momentos. Me voy a presentar, mi nombre es Cristina, Cris para vosotros que me leéis. Es muy curioso porque estoy aquí, así como de curiosa es la vida. Imagínate, esto de escribir en un blog o un espacio donde poder aportar mis experiencias viajeras es algo que quería hacer desde el inicio de mis primeras huidas a conocer mundo, pero jamás lo hice y ahora curiosamente, se trata de la primera práctica que he de hacer en mi curso de Marketing Digital.

Cuando leí que tenía que crear un blog, escribir en él, me dije, no me lo puedo creer, 10 años queriendo escribir y 10 años de dejadez, y ahora por una obligación voy a tener que hacer algo que yo quería, así que creo que han sido mis primeros "deberes" que he asumido con una ilusión fuera de lo común en lo que obligaciones se refiere. Y es que cuando tienes que hacer algo porque lo deseas, todo se conjura para que surja.

Bien ahora que ya sabéis por qué estoy aquí, os quiero hacer partícipes también de por qué me ha sido tan fácil elegir el tema y empezar a escribir así, seguidito, rapidito.

El tema de mi blog es exponer mis sensaciones viajeras, lo que me ha aportado cada uno de mis viajes, lo que he aprendido, lo que he podido crecer con él y lo que me ha llegado a abrir el corazón, el corazón para respetar lo diferente, quizá y para entender que con respeto, sonrisa en la boca y ofreciendo amor, puedes ir a donde te de la gana.

Y un poco este blog pretende, desde mi más humilde opinión, desde mi más sincera comunicación y siempre con todo el respeto hacia todo aquel que me lee, pretende mostrar desde mi pequeño mundo que el mundo mundial es accesible, que no es peligroso y que es posible ir a cualquier parte, disfrutar, relajarse y dejarse llevar por sus gentes, sus olores, sus gastronomías y sus costumbres y que actuando de corazón y con cabeza en los hombros, nada malo te puede ocurrir y que mi experiencia es que somos muchos más los buenos que los menos buenos.

Lo único que quiero es acercar ciertos lugares a todo el mundo, acercar la posibilidad de ir y no a nivel material, son a nivel de tranquilidad, de romper miedos.

Lo que me gustaría con este blog también es a invitar al mundo a salir un poco de lo de siempre, de lo tradicional y ver que fuera hay muchas enseñanzas por descubrir, muchas tierras por pisar, muchas canciones que escuchar, muchos mares que nadar, muchas personas a las que escuchar, muchas costumbres que descubrir y que si quieren conocerlas, se lancen, porque después de cada viaje a una cultura diferente, el regreso es enriquecedor, es como si tu corazón se hubiera ensanchado un poquito más simplemente por ese haber querido saber, por ese haber respetado lo que tu estás visitando.

Sin más, sólo quería que supierais que los viajes que os iré mostrando, han sido algo más que un viaje en mi vida y eso es lo que me gustaría poder contagiar, si es que debo contagiar. Cuando se viaja así, por libre, sin normas, sin obligaciones de ver esto o hacer lo otro, la conexión con la realidad que hay en destino es tan fuerte, que consigues entender el por qué de muchas cosas de ese país y vuelves a tu país con dos mentalidades, una, la típica de los primeros viajes de tu vida de choque cultural, yo me quiero ir allí a vivir, son más felices o bien una opción para mi mucho más inteligente, y es que tú puedes seguir viviendo donde quieras, en occidente, en oriente, etc...porque lo que vas creando es una actitud ante la vida, que la tendrás aquí y en la Conchinchina. Vamos que no hace falta irse lejos para estar bien, que eso esta aquí, en uno mismo, cerquita, sin coger aviones.

Y por último y quizá debía haber sido lo primero, la entrada de este post vivir viajando...invita a una manera de estar en el mundo como si fuera tu ciudad, como si fuera tu entorno, estando en él, no pasando por él. Invito a viajar entendiendo donde estás, por que visten así o por qué comen lo que comen, de esa manera, el viaje pasa a ser una experiencia y no un click de que ya has visto la quinta maravilla del mundo.

Un besazo enorme,

CRISTINA